miércoles, 6 de octubre de 2010

La forma del bien


Lic. Educación
Materia: Teoría de la Educación
Tema: La Forma del Bien
Nombre: Farid Daniel Rosales Mares
Bibliografia:
W. Boyd, Plato´s Republic for Today, Heinemann, Londres, 1962.
R. C. Lodge, Plato´s Theory of Education, Kegan Paul, Londres, 1947.pp 60-68

RESUMEN
La definición del Bien es fundamental en la argumentación.
En el mundo físico, según explica, el ojo puede ver objetos porque están iluminados por el sol, que es una fuente de luz; de igual manera, en el mundo inteligible, el ojo de la mente puede ver. Platón procede a su famosa ilustración de la división de las líneas correspondientes a los reinos visibles e inteligibles. El reino visible se puede subdividir en dos otras partes, que es la clase de las imágenes y la de los objetos, ahora bien, de manera parecida, la parte inteligible de la línea se puede subdividir por analogía en dos clases, la de las figuras (matemáticas) y la de las formas puras. La forma del bien, se trata de personas que poseen una “energía instinta en su alma”
Se quiere decir que aun cuando los ojos se hallen bien dispuestos, aunque se les aplique a su uso, y aun cuando el objeto este coloreado, con todo, si no se interviene esa tercera cosa distinta a concurrir en la visión, los ojos no verán nada, y los colores serán invisibles, y el sol, que no es a vista, pero que es un principio.
El hijo muestra perfecta analogía con el padre, el uno es la esfera visible lo que el otro, la esfera ideal. Ten, pues, por cierto que lo que esparce sobre los objetos de las ciencias de la luz de la verdad, lo que confiere al alma la facultad de conocer, es la idea del bien. El mundo inteligible puede considerarse a la ciencia y a la verdad como imágenes del bien.
Sea, por ejemplo, una línea cortada en dos partes iguales, vuelve a cortar cada parte es decir, el mundo visible y el mundo inteligible; tendrás por un lado la parte clara, por el otro lado la parte obscura de cada uno de ellos. La opinión es al conocimiento, lo que las apariencias son a las cosas que representan. Ahí tienes la primera clase de las cosas inteligibles, el alma para llegar a conocerla, se ve obligada a servirse de suposiciones, no para llegar hasta un primer principio. La segunda clase de cosas inteligibles, son aquellas que el alma capta inmediatamente por vía de razonamiento, haciendo alguna hipótesis que no considera como principios, sino como simples suposiciones. Esta finalidad consiste en probar que el conocimiento que se adquiere de los seres puramente inteligibles por medio de la dialéctica es más claro que el que se adquiere por medio de las artes.
Aplica ahora esas cuatro clases de objetos sensibles e inteligibles cuatro diferentes operaciones del alma, a saber: a la primera clase, la pura inteligencia; a la segunda, el conocimiento razonado; a la tercera, la fe; a la cuarta, la conjetura.
Unos hombres encadenados desde su infancia, y cuando hayan llegado a la luz libre, ofuscados con su fulgor los ojos, ¿podrían ver nada de la plenitud de objetos que llamamos seres reales? –Le sería imposible, al primer tonto. –Necesitaría tiempo, sin duda, para acostumbrarse a ello. Lo que mejor distinguiría seria, primero, las sombras; luego, las imágenes de los hombres y los demás objetos, pintadas en la superficie de las aguas. El sol es quien hace las estaciones y los años, quien lo rige todo en el mundo visible, y que en cierto modo causa de lo que se veía en la caverna. Un hombre sensato se hará la reflexión de que la vista pueda ser turbada de dos maneras y por dos causas opuestas: por el paso de la luz a la obscuridad, o por el de la obscuridad a la luz.
Pero un presenta discurso nos hace ver que todos poseen en su alma la facultad de aprender, con un órgano, con toda el alma, de la visión de lo que nace, hacia la contemplación de lo que es, hasta que pueda fijar sus miradas en lo que hay de más luminoso en el ser. Según eso, a nosotros, que fundamos una republica, nos incumbe obligar a la naturales excelentes a que se apliquen a la más sublime de todas las ciencias, a contemplar el bien en sí mismo y elevarse hasta por el escarpado camino que hemos hablado. Un legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden ciudadanos con exclusión de los demás, sino a felicidad de todos; que, con esta mira, debe unir a los ciudadanos en los mismos intereses. Justo es de quien no debe más que a su propio nacimiento y crecimiento no esté obligado a guardar reconocimiento alguno a nadie; pero vosotros os hemos formado en interés del Estado tanto como en el propio vuestro. Así, para vuestra dicha tanto como la felicidad publica, el gobierno de nuestro estado será una realidad, y no un sueño como en los mas de os otros Estados, en que los jefes se pelean por vanas sombras, y se disputan encarnizadamente la autoridad. En los Estados solo mandaran aquellos que sean verdaderamente ricos; no ricos en oro, si no de sabiduría y virtud, únicas riquezas de los que son auténticamente dichosos; pero allí donde hombres pobres, gentes hambrientas de bienes y que por sí mismas no tienen nada, el gobierno será siempre malo; disputara la gente, se arrancaran unos a otros la autoridad, y esa lucha domestica e intestina perderá finalmente al Estado con sus jefe.

ANALISIS
El tema de la Forma del Bien me parece interesante porque nos habla de dos un poco distintos que a final de cuentas nos enseñan que dentro de nuestro cuerpo existe más que nada energía que ni nosotros mismos sabíamos que teníamos.
También me pareció interesante el ejemplo que se pone de los ojos porque realmente cuando uno está mucho tiempo en la obscuridad, lo que necesita para ver primero es tiempo, puesto que ya después uno tiene que ir mirando poco a poco porque si uno quiere abrir os ojos, lo primero que va ocurrir es que nos encandilemos.


FECHA: 21/09/10

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