miércoles, 6 de octubre de 2010

Jacobo Rousseau

Lic. En Educación.
Materia: Teoría de la educación. 
Tema: Rousseau
Alumno: Farid Daniel Rosales Mares.
Bibliografía:
Platón:
W. Boyd, Plto´s Republic for today, Heinemann, Londres, 1962.
R. C. Lodge, Plato’s Theory of Education, Kegan Paul, Londres, 1947, P119- 161.
RESUMEN:
Como hay tan grande espacio entre la muerte de Aristóteles, en le año 322 A. de C. y el nacimiento de Rousseau, en el año 1712 D. de C. será útil hacer un resumen de los acontecimientos educativos principales de ese periodo, pleludjo a la consideración del trabajo de Rousseau. El pensamiento educativo de platón y el de Aristóteles no paso a estructurarse a un programa especifico fuera de la academia y del liceo. A finales del siglo IV A. de C. Alejandro uniformo al mundo griego, y el periodo que media entre el año 300 y el 100 A. de C. se conoció como era helenística. Los griegos desarrollaron el concepto y practica de lo que llamaban enkyklios paideia, lo que traducido literalmente significa “educación general” se basa en las siete artes liberales, que comprendía cuatro áreas sobre el contenido del conocimiento, a las que se les conoció como quadrivium, aritmética, geometría, astronomía y armonía. Con el ocaso del imperio romano y su penetración por los barbaros, denominación colectiva de diversas tribus norteñas de germanos, gran parte de los logros educativos se perdieron y entre el siglo V y X de nuestra era, las escuelas fueron decayendo. Entre el siglo X y el XII, la educación se centro cada ves mas en las escuelas catedralicias y en los monasterios, y a medida que los conocimientos clásicos se tradujeron del griego al latín, a veces a través de versiones árabes que provenían de España, el plan  de estudio se apego mas cada ves a las líneas clásicas. Fue así, como apareció la institución de la universidad. Durante todo el siglo XIII, las universidades se convirtieron en los centros intelectuales de Europa  y su número se acrecentó con gran rapidez. La educación del siglo XVII vio una continua consolidación del ideal de recuperar el pasado clásico, y la obra de Comenio, (1592-1670) es un testimonio soberbio se ese continuado entusiasmo. Su gran esquema de una secuencia escolar desde la infancia: escuela primaria, escuela de gramática y universidad, como medio de trasmisión de la herencia clásica, fue el apogeo de dicho movimiento. Pero las escuelas lo mismo que el pensamiento y practica educativos, no mantuvieron el paso con el desarrollo de la filosofía, la ciencia y la tecnología. Juan Jacobo Rousseau (1712-78) nació en la ciudad suiza de Ginebra. Su madre murió poco después de su nacimiento y Rousseau fue criado por su padre, quien se encargo de su educación temprana. A la edad de diez años, su educación fue puesta en manos de un tutor, un pastor de un pueblo de Bossey, quien enseño a Rousseau durante unos dos años. Vivió durante cierto numero de años de vagabundo, viajando por Francia e Italia. Solo en 1749 logro por fin un éxito, en ese año, la academia de Dijon, brindo un premio al mejor ensayo sobre el tema, el planteamiento de de tal cuestión intereso a Rousseau, quien siguiendo el consejo de Diderot, el famoso filosofo Francés, presento un ensayo a la academia donde sostenía que las artes y las ciencias habían llevado a la corrupción de la moral. Al cabo de tres años, en 1752, presento otro ensayo, el “el discurso sobre la desigualdad de los hombres”, también a la academia de Dijon, y aunque esta ves no logro ganar el premio, el ensayo recibió considerable atención publica cuando lo publico en 1755. Parece claro que muchas de las actitudes que Rousseau desarrollo tanto frente a la educación como frente a la vida en general se debieron en gran parte a su propia vida insegura y de manera especial a sus primeros intentos fallidos de encontrar una vocación. La obra de Rousseau a este respecto empieza con las frases tan conocidas: El hombre nace libre, pero en todas partes encadenado. Quien se considera amo de los demás, es mayor esclavo que ellos. El cambio revolucionario fomentado por Rousseau es que, en ves de que la educación se centre en lo que se enseña (la materia), se debería centrar en quien es enseñado, o sea el niño. Una consecuencia posterior a colocar al niño en el centro de la educación es que se vuelve necesario considerar sus necesidades e intereses como primordiales. El desarrollo natural, por tanto, es el ideal u se a de evitar cualquier interferencia. La  educación al viejo estilo es deletérea por eso mismo, puede que trata de convertir al niño en un buen ciudadano; ello significa educar al hombre para los otros, en ves para si mismo. Por lo tanto, la educación publica queda desterrada en el Emilio como algo natural, y en su vez debe establecerse la educación individual. El Emilio esta dividido en cinco libros, cada uno de los cuales trata de una etapa distinta del desarrollo del niño. Las características principales de las cuatro primeras etapas y las providencias educativas idóneas en cada caso es lo que se plantea en los extractos siguientes que constituyen la lectura de Rousseau. El siguiente estadio del desarrollo es la niñez, que de acuerdo con Rousseau dura de los dos a los 12 años. Aquí introduce el concepto de instrucción negativa, que significa proteger al niño de influencias malignas, en vez de enseñarle cosas para las que no esta preparado. La educaciones en este escalón, afirma, “consiste no en enseñar la virtud y la verdad, sino en preservar el corazón del vicio y la mente del error”. Rousseau, además, sostiene que las ideas del deber y la obediencia son innecesarias y perjudiciales. La ley de la necesidad es la única a la que debe estar sometido al niño; en otras palabras, debe depender de las cosa mas que de los hombres.
El siguiente periodo de su vida se trata en el libro III y abarca los años de 12 a quince, que es la primera adolescencia en el esquema de Rousseau. En esta época la curiosidad innata del niño esta mucho mas desarrollada y, debido a que su interés natural por el mundo no ha sido amortiguado por mente abierta y dispuesta para explorar el ambiente en que vive. Ala edad de quince años, Emilio, dice Rousseau: estas listo para cesar de ser un niño y entrar en una vida individual. Lo hemos convertido en un ser pensante y eficiente y no nos queda nada por hacer en la producción de un hombre completo, sino convertirlo en un ser afable y sensible, es decir, perfeccionar la razón por el sentido. El plan de estudios contendrá historia, literatura, arte, idiomas, estudios sociales y política. A este respecto, Rousseau tiene algunas observaciones interesantes que hacer acerca de los problemas inherentes al estudio de la historia, y lo que se refiere a la literatura, prefiere claramente a los clásicos. Para ampliar su educación, Emilio, hará el tradicional “gran viaje” por Europa que solía realizar la mayor parte de los jóvenes aristócratas de aquel tiempo, para completar su educación. También es interesante advertir que Rousseau ahora repite a Aristóteles al afirmar que “es haciendo el bien como nos volvemos buenos”. La diferencia estriba en que Aristóteles empezaría la enseñanza de ese habito moral edad mucho mas temprana, de aquí quepa la pregunta de si Rousseau la a demorado hasta muy tarde. Después de Emilio, Rousseau produjo solo una obra de trascendencia para la educación. Se trata de las consideraciones sobre el gobierno de Polonia, escrito en 1772 en respuesta de una petición de un noble polaco que le pedía consejo sobre la reforma de gobierno de Polonia. Era un periodo particularmente difícil de la historia polaca, pues la nación se encontraba amenazada por todas partes por poderosos enemigos y el mismo año en que Rousseau escribió la obra, la nación sufrió la repartición de su territorio. Independientemente de esta incongruencia indelegables son las ideas del Emilio las que constituyen una innovación significante en Rousseau, y es el enfoque centrado en el niño individual allí representado el que ha tenido tan profunda influencia en todo pensamiento educativo. A grandes rasgos, Rousseau parece sustraer mucho de la importancia de adquirir un fundamento básico en los diversos modos o formas del pensamiento. Las que influye de este cambio de énfasis y claramente realzan la innovación trascendental de Rousseau en el pensamiento educativo, son las siguientes:
1.- Aparecía el valor del aprendizaje de descubrimientos y de resolución de problemas como técnicas educativas.
2.- Limita el primer aprendizaje del niño o cosas que están dentro de su propia experiencia y que por lo mismo tienen significado para el.
3.- Subraya los derechos de los niños a consideración individual, libertad y facilidad.
4.- percatarse de las necesidades de entender la naturaleza del niño y el modo como esta se va desarrollando desde la niñez a la adolescencia, y aplicar el conocimiento de esto para determinar lo que debe aprender en cada estadio de su desarrollo.
5.- Tratar al niño como un ser con derecho propio, no como una miniatura de adulto, y por lo mismo subrayar el enriquecimiento de su experiencia presente envés de prepararlo para algún futuro distante.
Todo sale perfecto de manos del autor de la naturaleza; en las de hombre todo degenera. A esta tierra, la fuerza a que las prodiciones de otra; los climas, los elementos, las estaciones las mezclan y los confunde; estropea su perro, su caballo, su esclavo; todo lo transforma, todo lo desfigura; nada le place como lo formo la naturaleza; nada ni aun el hombre, que necesita amañarlo y configurarlo a su antojo como a los arboles de su vergel. Nacemos sensibles, y desde que nacemos excitan en nosotros diversas impresiones los objetos que nos rodean. Luego que tenemos, por decirlo así, la conciencia de nuestras sensaciones, tendemos a poseer o evitar los objetos que las producen; primero por que son aquellas placenteras o desagradables; luego, según la conformidad o discrepancia que entre nosotros y dichos objetos hallamos, y finalmente o perfección que nos ofrece la razón. Hoy no existe la institución pública, ni puede existir, porque donde no ahí patria no puede haber ciudadanos. Ambas palabras, patria y ciudadanos, se deben borrar de los idiomas modernos. Tampoco hare mención de la educación del mundo porque como esta se propone fines contrarios, ninguno consigue, y solo es buena para hacer dobles a los hombres, en apariencia preocupados por los demás, paro en realidad interesados solo en si mismos. La educación de Emilio es un alumno imaginario, desde la niñez asta la adultez. Doy por sentado que soy la persona apta para tal menester, por lo que hace a la edad, salud, conocimiento y talentos. Nacemos aptos para aprender, pero sin saber nada ni conocer nada. Ni siquiera la conciencia de su existencia propia tiene el alma encadenada en imperfectos y no bien conformados órganos. Son los gritos del niño recién nacido efectos puramente mecánicos, privados de inteligencia y voluntad. En cuanto empieza a distinguir el niño los objetos, es importante escoger bien los que se le enseñan. Todo lo nuevo interesa naturalmente al hombre. Los niños criados en casas limpias donde no se consienten telarañas tienen miedo de las arañas, y muchas veces lo conservan cuando mayores. Nunca he visto aldeano, sea hombre, mujer o niño, que tenga miedo de las arañas. En la edad de la infancia en que menos se sienten las penas, convienen multiplicárselas para evitarlas en las de la razón. El que menos penas padece es el mas feliz, y el mas miserable el que menos placeres disfruta. Siempre mas pesares que alegrías: esa diferencia es igual a todos. Todo sentimiento doloroso es inseparable del deseo de eximirse de el; toda idea de deleite lo es del de disfrutar; todo deseo supone privación y todas las privaciones que sentimos son penosas; así, nuestra miseria consiste en que no es tan nuestros deseos en proporción de igualdad con nuestras facultades. La persona cuyas facultades estuviesen al nivel de sus deseos, seria completamente feliz. Mantened al niño en la sola dependencia de las cosas, y en los progresos de su educación seguiréis el orden de la naturaleza. Nunca presentéis a sus livianas voluntades obstáculos que no sean físicos, ni castigos que no procedan de sus mismas acciones; sin prohibirles que hagan daño, basta con estorbárselo. Un exceso hay de rigor, y otro de indulgencia. Si dejas que padezcan los niños, aventuras su salud divina y los haces miserables al presente; si los preservas con sobrado esmero de todo genero de desazón, les preparas grandes miserias, los sacas del estado de hombres, al cual, a despecho vuestro, volverán un día. Discurrir con los niños era la máxima fundamental de Locke, y hoy es la más usada; paro parece que no es el fruto que de ellas se saca lo que debe hacerla muy apreciable, y yo por mi no veo cosa mas tonta que esos niños con quienes tanto han discurrido. Entre todas las facultades del hombre, la razón, que por decirlo, así, es un compuesto de todas las demás, es la que con mas dificultad y lentitud se desenvuelve. Es cosa muy extraña que desde que se ocupan los hombres en la educación de los niños, no hayan imaginado otros instrumentos para conducirlos, que la emulación, los celos, la envidia, el ansia, el miedo, todas las pasiones mas peligrosas las que mas pronto corrompen al alma. Desatinados institutores piensan de buena fe que lo aciertan, cuando los hacen malos por enseñarles que sean la bondad. Luego nos dicen con magistral gravedad: ese es el hombre que vosotros habéis formado. Todos los instrumentos se han probado, menos uno, precisamente el único que puede surtir efecto: la libertad bien aplicada. Así la educación primera debe ser meramente negativa. Consiste, que en enseñar la virtud ni la verdad, sino de preservar de vicios el corazón y de errores el animo. Obrad en todo al revés de lo que se usa y casi siempre aras bien. Como no quieren que el niño sea niño sino que el niño sea doctor, los padres y los maestros no ven la ora de enmendar, corregir, reprender, acariciar, amenazar, prometer, instruir, hablar en razón. Haced cosa mejor: sed racional y no raciocinéis con vuestro alumno, en especial para hacer que apruebe lo que le desagrada, porque traer el retortero la razón en cosa desagradable concluye por hacerla fastidiosa. La primera idea que se le ha de dar, no tanto es la de la libertad cuanto la de la propiedad, y para poder tener esta idea es menester que tenga algún cosa propia. Quitarles sus vestidos, sus muebles, sus juguetes, es no decirle nada; que si bien dispone de estas cosas, no sabe por que ni como las posee. Hay que remontarlo al origen de la propiedad. Lo que acabo de explicar circunstancialmente acerca de la mentira, se puede aplicar bajo muchos respectos a todas las demás obligaciones que se prescriben a los niños. Si los quieren hacer piadosos, los llevan a que se aburran a la iglesia, haciéndoles que sin cesar barbullen oraciones entre dientes, y los fuerzan a la dicha de no tener necesidad de encomendarse a dios. La causa de la desdicha de los niños es su aparente facilidad de aprender. No veamos que esta misma facilidad es prueba de que nada aprende. Liso y pulimentado su cerebro, repite como un espejo los objetos que se le presentan, pero nada retiene, nada penetra. El niño repite las palabras, las ideas se reflejan; los que las escuchan las entienden, el solo no las entiende. Todo su saber se queda en la sensación y no llega al entendimiento: su misma memoria es poco mas perfecta que las otras facultades, puesto que casi siempre es preciso que vuelvan a aprender siendo niños. Estoy, no obstante, muy lejos de pensar que no hagan los niños ninguna especie de raciocinio. Veo por el contrario que raciocinan muy bien de todo cuanto conocen y tienen relación con su presente y sensible interés. He visto algunos de estos portentos chicos que se figuran que hablan cinco o seis lenguas, y los he oído hablar sucesivamente alemán con palabras latinas, con palabras francesas, con palabras italianas; manejaban a la verdad cinco o seis diccionarios, pero nunca hablaban mas que alemán. Cambiaban las palabras no la lengua. En cualquier estudio que sea, nada son los siglos representantes sin la idea de las cosas representadas. No obstante, limitan siempre al niño a estos signos. Cuando piensa que le enseñan la descripción de la tierra, solo le enseñan a conocer mapas. Por consecuencia de un error más ridículo todavía, les hacen que estudien la historia, imaginándose que esta a su alcance porque no es mas una recopilación de hechos. Si en las acciones humanas no ves mas que los movimientos externos y meramente físicos. Hacen que los niños aprecien ases acciones por sus relaciones morales y ver entonces si es la historia para su edad. Emilio nunca aprenderá nada de memoria, ni siquiera fabulas, aunque sea las de la Fontaine, con todo su merito. Porque las palabras de las fabulas, así son fabulas, como las de la historia son historia. Pueden las fabulas instruir a los hombres, pero a los niños es menester decirles la verdad, sin disfraz. Sostengo que un niño no entienda las fabulas que lo hacen aprender, porque aunque nos empeñemos mucho en hacer que las comprenda, la instrucción que de ellas queremos sacar nos precisan a introducir ideas que el no alcanza. El interés presente es el único móvil que conduce con certeza y va lejos. Algunas veces reciben Emilio de su padre, su madre, sus parientes y sus amigos, esquelas de convite para algunos comida, un paseo, una partida de pesca, una feria; las esquelas son cortas, claras y están muy bien escritas. Me le figuro en otra edad, ejercitando el sentido, el entendimiento, las fuerzas que en el se desenvuelve de día en día: le contemplo niño, y me contenta; imagínale hombre y me contenta mas; su ardiente sangre inflama al parecer la mi; creo que vivo con su vida y me remoza su viveza. Sus ideas son limitadas pero rectas; si nada sabe de memoria, sabe mucho por experiencia. Si no lee tan bien como otros niños en nuestros libros, lee mejor en el de la naturaleza; tiene menos memoria que discernimiento; no sabe hablar más que un idioma, pero entiende lo que dice, y si no habla tan bien como los demás, en cambio obra mejor. Ya se ocupe o se divierta, una y otra cosa son para el indiferentes. Sus juegos son sus quehaceres; no ve distinción ninguna. A todo cuanto hace, aplica un conato que causa risa y una libertad que gusta. Si bien el curso de la vida hasta la adolescencia es época de flaqueza, hay un punto durante esta primera edad, en que habiendo dejado atrás el progreso de la necesidades al de las fuerzas, aunque el animal que crese es débil todavía en sentido absoluto, es fuerte en el relativo. Serán sus dos puntos de geografía al pueblo donde vive y la casa de campo de sus padres; luego os lugares intermedios, los ríos de las inmediaciones y al final el aspecto del sol y modo de orientarse. Este es el punto de reunión. En la edad primera nos sobraba el tiempo, solo procurábamos, tenerlo, por no emplearlo mal; ahora es todo lo contrario: no tenemos el suficiente para hacer todo cuando seria útil, vuestro alumno solo en ellas pondrá toda su atención. Cuando proveen sus necesidades de sentirlas, ya esta muy adelantada su inteligencia, y empiezan a conocer el valor del tiempo. Entonces importa acostumbrarlos a que encaminen su empleo a objetos útiles, pero de utilidad palpable para su edad y que alcance su entendimiento. Aborrezco los libros, por que solo enseñan a hablar de lo que uno sabe. Dice que grabo Hermes en columnas los elementos de la ciencias, para que no pudiera un individuo borrar sus descubrimientos. Si los hubiera estampado bien en las cabezas de los hombres, la tradición los hubiera conservado. Robinson Crouse, solo en su isla, privado del auxilio de sus semejantes y de los instrumentos de todas las artes, procurándose no obstante su alimento y conservación, y logrando una especie de bien estar es un objeto que a cualquier edad interesa, y hay mil medios de hacerle grato a los niños. La estimación pública se aplica a las diversas artes en razón inversa de su utilidad real. Las artes mas útiles son las que menos ganan, por que se proporcionan el numero de operarios con la necesidad de los hombres, y por que el trabajo necesario para todo el mundo permanece forzosamente a un precio que puede pagar el pobre. Al empezar este segundo periodo, nos hemos aprovechado de la superabundancia de nuestras fuerzas respecto a nuestras necesidades, para salir fuera de nosotros; nos hemos lanzado a los cielos; hemos medido la tierra; hemos reconocido las leyes de la naturaleza; en una palabra, hemos andado la isla entera. Bien ve Emilio que para adquirir instrumentos para su uso, también nos necesitan que sirvan para el de los demás, por los cuales pueda obtener un cambio las cosa que tienen menester y que a ellos pertenecen. Con facilidad le traigo a que conozca la necesidad de la permuta y a que se ponga en el caso de que le sea ventajosa. Nuestro niño, que en breve va dejar de serlo, ha entrado dentro de si y más que nunca siente la necesidad            que le encadena con las cosas. Después de haber ejercitado primero su cuerpo y sus sentidos, hemos su espíritu y su razón. Mucha diferencia hay entre el hombre natural que vive en el estado de la naturaleza y el hombre natural que vive en el estado de sociedad. Emilio no es un salvaje que ha de ser renegado en un páramo, si no un salvaje destinado a morar en la ciudad, Menester es que sepa hallar en ella lo que necesita, sacar utilidad de sus moradores  vivir si no como ellos si no como ellos, al menos con ellos. Emilio solo tiene conocimientos naturales y meramente físicos. Ni siquiera sabe el nombre de la historia, ni lo que es metafísica ni moral. Conoce las relaciones esenciales del hombre con las cosas, pero no las relaciones morales del hombre con el hombre. El amor propio, que es la mas natural y al primera de todas ellas, apenas si en el todavía se a despertado. Sin perturbar el sosiego de nadie a vivido satisfecho, libre i feliz en cuanto se lo a permitido la naturaleza. Dos veces, por decirlo así, nacemos; una para existir, otra para vivir. Una como seres humanos y luego como hombres y mujeres. Hasta la edad núbil, no descubren las criaturas de ambos sexos apariencia ninguna de las distintas. El mismo semblante, la misma figura, el mismo color en todos son iguales: criaturas son los chicos y criaturas son las chicas. Un mismo nombre califica seres tan semejantes. El amor de si mismo, que solo a nosotros se refiere, esta contento cuando se halla satisfechas nuestras verdaderas necesidades; pero el amor propio, que implica compararse con los demás, nunca esta contento ni puede estarlo por que nos prefiere este afecto a los demás y también exige que nos prefieran los demás a ellos que es cosa que no es posible. En un principio, este apego se confinará a sus prójimos, y sus prójimos serán sólo aquéllos con los que se reúna, gente que piensa y siente como él posee pesares y placeres semejantes; en breve, personas cuya identidad obvia de naturaleza con él  acrecienta su amor de si. No habiendo ni Emilio contemplado hasta ahora más  que así propio, la primera mirada que pone en sus semejantes le incita a compararse con ellos y el primer afecto que exista en él  hasta comparación es anhelar el primer puesto. Para remover ambos obstáculos y al par y poner a su alcance el corazón humano sin arriesgarse a estragar el suyo, quisiera yo enseñarle los hombres a lo lejos, en otros tiempos y en otros países, de suerte que pudiera haber la escena sin poder nunca obrar en ella. Además, falta mucho para que los hechos que describe la historia sean la pintura exacta de cómo sucedieron; pues mudan de forma en la cabeza del historiador, amoldándose a sus intereses y tomando color de sus prejuicios. En general, la historia tiene el afecto de que solo menciona hechos sensibles y señalados, los cuales pueden fijarse con nombres, lugares y fechas; pero siempre permanecen desconocidas las letras y progresivas causas de estos hechos, que no se puede asignar del mismo modo. Otro pasó más y tocamos la meta. El amor es instrumento útil pero peligroso; hiere con frecuencia la mano que de el sirve u rara vez hace provecho sin causar estrago. Considerando Emilio su lugar en el género humano, y viéndose tan felizmente, le vendrá tentación de honrar su razón con lo que es afecto de la vuestra, y atribuir a mérito suyo lo que debido a su buena fortuna. Dirá entre si: “soy sabio y los hombres son bobos”. El tiempo de los yerros es el de las fabulas, que censurando al culpado bajo un disfrace extraño, le instruyen sin ofenderle. Entonces comprende que no es mentira la moraleja por la verdad que a sí propio se aplica. Solo los hombres pueden aprender el las fabulas y este es el tiempo de que Emilio empiece. Asiendo el bien nos hacemos buenos: conozco práctica más segura. Sea siempre su interés en el de los desvalidos no los asista solo con si bolcillo, sino también con sus solicitudes; procure que haya justicia para los oprimidos. Con activa benevolencia hará se ara que se reconcilien sus camaradas y si ve a gente afligida se preocupara por ella. Este es el motivo de que las decisiones sobre el gusto sean tan difíciles y al parecer tan arbitrarias. He de añadir que el gusto tiene reglas locales que le hacen depender por muchos modos de la región, costumbres, gobierno e instituciones, así como otras reglas referentes a la edad, el sexo y el carácter. Por eso no puede de haber disputa acerca de los gustos. En general, Emilio se tomara más gusto a los libros de los antiguos  que a los nuestros, aunque no sea más que, por que siendo aquellos los primeros, estas mas secas de la naturaleza todo lo que se diga contrario a la razón humana no hace progreso. Lo que se gana en sentido se pierde en otro. En fin el tiempo urge; y es la ocasión de buscarla de veras, no sea que se forme en una que confunda con ella y sea muy tarde cuando conozca su error. El amor, la felicidad, la inocencia es lo que buscamos; nunca estaremos bastante lejos de ti.     

ANALISIS:
Rousseau nació en el año (1712- 78) D. de C., en la ciudad suiza de Ginebra el fue criado por su padre ya que tiempo después de que naciera murió su madre aunque su padre se encargo de su educación temprana la cual solo duro como dos años esa fue su única educación formal, el hizo frente a la educación como a la vida en general ya que toda su vida fue insegura y por lo que no fue fácil para el encontrar su vocación, Rousseau recibió un premio por el mejor ensayo en la academia de Dijon después hizo otro y aunque en ese no gano después lo dio a conocer ante todo el publico ahí fie donde se reconoció el ensayo “el sobre discurso la desigualdad del hombre”, y a lo que decía que el amor, la felicidad, la inocencia es lo que buscamos y nunca estarán tan lejos de ti.





28/09/10                                            Firma:----------------------------------------------                                            
        
  

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